Muchas piezas de fabricación industrial tienen que ser dotadas de cierta rugosidad en el curso de su proceso de producción. Para ello se suele utilizar una granalladora.
Ciertos niveles de rugosidad son precisos por razones estéticas o como preparación de la pieza para procesos posteriores como el pintado o encolado. Esta rugosidad incrementa la superficie aumentando asà la adhesión del recubrimiento.
Para muchos sectores, dotar de rugosidad superficial a las piezas forma parte del dÃa a dÃa y es una parte esencial del proceso de trabajo. La calidad de la granalladora y su correcta configuración son clave para obtener un proceso estable. Disponemos de un amplio rango de máquinas de granallado con pistolas y con turbinas las cuales adaptamos a sus necesidades particulares.
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